martes, 15 de septiembre de 2009

Análisis de las áreas grises

Para que se pueda detectar la presencia de áreas grises en un determinado caso, es necesario que se identifique la ausencia de una normativa que establezca cuál es el proceder indicado. En este caso, la persona encargada de tomar las decisiones adecuadas debe actuar de acuerdo a lo que él crea conveniente según el panorama. De esta manera, se dice que existe un área gris cuando la persona actúa libremente en un ambiente sin ley, siendo conciente de que sus acciones pueden conllevar a situaciones peligrosas con consecuencias nefastas.
En el caso de Arthur Andersen & WordlCom se puden detectar cláramente estas áreas grises. Esta empresa conocía cuáles eran las leyes contables con las que debía cumplir, pero también supo detectar esos puntos flacos en los que podía sacar algún provecho. De esta manera, WorldCom pudo inflar sus ganancias hasta por US$3,800 millones, haciendo una capitalización de gastos que consistía en reemplazar las cuentas de gastos por cuentas de inversión. Así pues, las pérdidas del ejercicio del año 2001 y parte del 2002 fueron presentadas como utilidades.
En esos años, WorldCom contrató los servicios de auditoría externa de Arthur Andersen, empresa que contaba con una larga trayectoria respetable. Sin embargo, en los últimos años estuvo implicada en el caso Enron y, después, en WorldCom. El representante de la auditora manifestó que ellos siempre trabajaron respetando las leyes y procurando lo mejor para WorldCom. De hecho, el lema de la auditora siempre fue: "Think straight, talk straight". De esta manera, ellos acusaron al representante del área finaciera de WorldCom de haber ocultado información valiosa que hubiera servido para detectar el fraude desde un principio.
Esta no representa una acción ética por parte de la auditora, ya que su verdadera función es la de fiscalizar y detectar cualquier tipo fraude o tentativa de fraude para informar a la alta dirección de los peligros que correría WorldCom si eso ocurre. Sin embargo, se encontraron en un área sin ley. No existía normativa alguna que exhortara a las empresas auditoras a verificar la autenticidad de la información recabada de las empresas para quienes trabajaban. Si en Arthur Andersen hubieran investigado un poco más a fondo sobre las sospechas de fraude que tuvieron en un principio, se hubieran podido aminorar las terribles consecuencias. Muchas personas hubieran conservado sus puesto de trabajo y muchas otras no hubieran perdido cantidades importantes de dinero invertido en la empresa.

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